CULTIVANDO UNA MENTALIDAD DE CAMBIO

 

CULTIVANDO UNA MENTALIDAD DE CAMBIO

 

 ¿Alguna vez te has preguntado qué te detiene en tu deseo de cambio? ¿Por qué resistimos el cambio? ¿Por qué nos aferramos a lo familiar incluso cuando sabemos que necesitamos avanzar?


A lo largo de mi vida, me he enfrentado a situaciones que me han exigido actuar de manera diferente, unas me obligaron por sí mismas a cambiar y en otras me propuse ese cambio.


 Hace unos años, me encontraba atrapada en la sensación de estar en el lugar equivocado. Sentía que era imposible salir de ahí. Anhelaba un cambio en mi vida, pero no sabía por dónde empezar. No tenía claridad sobre qué era lo que quería para mi vida. Este deseo exigía sentir felicidad con las tareas del día a día, tener paz y alejarme de la frustración. Sentía miedo de dejar de hacer las cosas que estaba haciendo en ese momento; lo veía como un fracaso profesional.

Mi viaje hacia una mentalidad de cambio comenzó con dos preguntas: ¿Qué estoy dispuesta a dejar de hacer para sentirme mejor? ¿A qué cosas le voy a prestar atención?


 La primera pregunta me permitió identificar las actitudes que no eran negociables para mí y que debían coexistir. La segunda consistió en enfocarme en el lado bueno de las situaciones. Sumado a lo anterior, identifiqué que la duda era un obstáculo visible. Cambiaba con facilidad las decisiones, esto me retenía en el mismo lugar y daba círculos sin llegar a ningún destino. Reconocerlos fue el primer paso.


 En este artículo, abriré mi corazón y te mostraré cómo he ido asimilando el cambio, los consejos que ofrece el libro “El lado profundo de la vida” y ejemplos inspiradores que me han ayudado.


 ¿Cuáles son esas barreras que he identificado en mi intención de cambio? • Falta de pasión interior, desconocía el rumbo que quería darle a mi vida. • Intenciones de vida poco claras. • Incapacidad para visualizarme haciendo cosas diferentes. • Poca flexibilidad y perseverancia, desistiendo ante el primer obstáculo.


Luego de identificar mis pensamientos limitantes, empecé a hacerme las preguntas correctas, a actuar de manera positiva y decidí cambiar mi diálogo interno.


¿Qué rumbo quiero darle a mi vida? 

¿Qué me hace falta para sentirme bien? 

¿Cómo dejo de dudar de mis decisiones? 

¿Acaso me falta seguridad personal?

 ¿Cómo elijo una mejor visión para mi vida?

 ¿Qué tengo que hacer hoy para empezar a actuar? 

¿Qué puedo perder si hoy empiezo a hacer las cosas de manera diferente?


Al entender mi resistencia al cambio, identifiqué mis verdaderas necesidades. Aprendí a ser útil para mí misma. En ese proceso de necesidad de cambio y de búsqueda, llegó a mí, como por arte de magia, este libro.


El libro "El lado profundo de la vida" me planteó aprender a ver opciones y me dejó estas lecciones:


1.    Decidir correr algunos riesgos.
2.    Estar en proceso de maduración constante.
3.    Mientras más postergamos aquello que queremos hacer, más nos paralizamos.
4.    El miedo va desapareciendo mientras actuamos.
5.    Identificar la disconformidad o insatisfacción: ese estado emocional en el que uno siente que sus circunstancias actuales, ya sea en nuestra vida personal, profesional o en cualquier otro aspecto, no son ideales o satisfactorias. Puede manifestarse como un sentimiento de malestar, inquietud o descontento con la situación presente.
6.    Aprender a crear solidez en nuestra vida, mejorando nuestro diálogo interno y trabajando en la  seguridad personal.
7.    Aprender a visualizar nuestras metas como algo posible.
8.    Atrevernos a hacer cosas diferentes a las que ya sabemos hacer.
9.    Ser flexibles en buscar diferentes caminos para llegar a nuestra meta.



Por aquí te dejo para que investigues este ejemplo inspirador de introducir cambios a favor de las demás personas.” Malala Yousafzai y su lucha por la educación de las niñas en Pakistán"



No hay comentarios:

Publicar un comentario