CÓMO ME ESTOY HABLANDO
Mi vida a estado limitada; por un exceso de pensamientos, la duda y una tormenta de ideas que a veces me abruman, porque no sé cómo llevarlas a cabo. Eso ha desatado en mí, estados de ansiedad, angustia y rumia mental.
Esa rumiación mental me preocupaba, tenía dolores de pecho y de espalda, como si cargara todo el tiempo a una persona sobre ella. Pero, como un mal no dura cien años, un día me pregunté ¿Por qué no me atrevo, a hacer lo que sé que debo hacer? ¿por qué no dejo de hacer, lo que sé; no me está llevando a ninguna parte?
Una de las claves para interiorizar situaciones poco agradables en mi vida, es hacerme preguntas y gestionarlas buscando información referente. Encontré temas de cómo desarrollar nuestra mentalidad, lo que piensas atraes y uno que me interesó mucho “Háblate con honestidad”
Hablarnos con honestidad, un libro que leí recientemente se refiere a esto; como “Abrir la mente a nuestra propia realidad”, revisar los conceptos que tenemos de nosotros mismos y los juicios que nos emitimos. Así mismo, ser autocríticos frente a las situaciones que estamos viviendo.
La autocrítica que pongamos en nuestra vida debe ser positiva, esta reflexión personal, no debe desencadenar situaciones de boicoteo, ni estropear nuestra autoestima. Debe ser utilizada para crecer, no para despreciarnos. Se utiliza para un autodiagnóstico.
En la medida que empezamos a vernos con transparencia, nuestra capacidad de aceptarnos mejora y la sabiduría interior empieza a desarrollarse.
No todos gestionamos ese diálogo interior con facilidad, a algunos nos toca ejercitarlo para afrontar los pensamientos negativos. Así estoy trabajando en ello:
- Analizando qué necesito cambiar de mí
- ¿Cuáles son esas áreas de mi vida, en las que aún no me atrevo a tomar una decisión?
- ¿Cuáles son mis fortalezas?
- Identificar que situaciones me están atemorizando.
- Cumplir lo que me propongo. Me genera confianza y respeto por mí.
- Eliminar el sabotaje interior, ese que me mantiene en estado de espera (mañana que este preparada, cuando cuente con todo lo que necesite)
- Atreverme a empezar hoy. El miedo se empieza a desvanecer en la medida que actúo.
- A ser agradecida por las cosas que me pasan. Esto me aleja de la queja.
- ¿Qué cosas están bajo mi control?
- Aprender a ser útil para mí y comprometerme en mi proceso personal.
- Tener momentos del día para revisar los avances.
- Y una de las más poderosas, aprender a lidiar con la frustración.
- ¿Qué cosas son las que realmente necesito para mi bienestar?
- Reafirmar metas u objetivos. Aquí me quiero detener un poco. En redes sociales hoy vemos mucho el tema de la espiritualidad; la capacidad de ser creadores infinitos y abundantes para obtener todo lo que queramos.
Con respecto a lo anterior, soy una amante de las palabras inspiradoras, de hecho, tengo una que otra reafirmación de poder por ahí bajo la manga.
Pero más que repetir frases, es identificar esas visiones que quiero expandir en mi vida. Luego de mirarme, por ejemplo, yo podría decir: que debo aprender a mostrarme al mundo con mis ideas, comunicar más asertiva y aprender a llevar mis pensamientos con más claridad a las personas.
Con respecto al objetivo anterior, puedo crear un mantra o una afirmación que diga “Soy una persona que comunica con facilidad”: Pero, no voy a comunicar con facilidad si no me preparo, o si no me atrevo a intentarlo.
Cuando yo creo un mantra, es para decirle a mi mente: que me concentraré en trabajar en esa área, así ; cada vez que yo vea, encuentre algo o me ponga a buscar sobre el tema, ella estará alerta y captará esa información, como necesaria para mí. Pondré mi intención allí.
No todo está dicho, tal vez si empezamos a actuar, como si fuere. Un día sin pensarlo seremos eso.