PIERDE EL MIEDO A MIRARTE.
¿Cuándo te ves a ti mismo, qué ves?
¿Qué pensamientos predominan cuando te enfrentas a tu propio reflejo? ¿Qué cualidades y capacidades puedes identificar? ¿Cómo sueles resolver tus problemas? ¿A qué le temes? Y, lo más importante, ¿qué cosas valoras de ti?
A veces, nos topamos con nuestro reflejo, ya sea en un espejo en la calle o en el retrovisor de un bus, y nos da miedo mirarnos. Así como evitamos nuestro exterior, también huimos de lo que está ocurriendo dentro de nosotros. Nos cuesta enfrentarnos a esa versión interna que clama por ser escuchada. Nos preguntamos y si lo que veo no me gusta.
¿Te sientes incómodo con el silencio, estando contigo mismo?
Si eres de las personas a las que les cuesta estar en silencio, te abruman los pensamientos rumiantes y te sientes incómodo cuando tu mente no para de sobre-pensar, este artículo es para ti. Hoy quiero enseñarte cómo comenzar a mirar dentro de ti, identificar tus necesidades interiores y, sobre todo, empezar a prestar atención a esas señales que a menudo ignoramos.
Mi propio proceso de introspección
Los que ya me han leído saben que tengo una fuerte inclinación hacia la introspección, pero no siempre ha sido fácil. Hubo un momento en mi vida en el que releí uno de mis escritos y quedé atónita. Los pensamientos plasmados en esas páginas rozaban el borde del abismo emocional. Si alguien más los hubiese leído, habría pensado que estaba al borde de rendirme. Me sentía atrapada en la desesperanza, con un dolor profundo en el alma, y los terrores nocturnos debilitaban mi espíritu. Me hacía muchas preguntas, pero las respuestas no llegaban. La falta de claridad sobre mi vida fue un punto de quiebre, el cual he enfrentado con mucha resiliencia y decisión.
Buscando respuestas y sanando en el camino
Ver dentro de nosotros mismos es una decisión, aunque en mi caso siempre he pensado que es una inclinación natural de mi ser. A medida que me he adentrado en mi crecimiento personal, he aprendido que no siempre tengo las respuestas. En esos momentos, recurro a libros o charlas que me ayudan a encontrar una dirección. He comprendido que lo que atravesamos son procesos temporales, que siempre estamos en tránsito. Salgo de un desafío y rápidamente descubro otro que necesita ser atendido. Y así, cada día, encuentro nuevas formas de moldearme, guiada por mi intuición, por lo que llamo "mi alma". Esa parte de nosotros que sabe qué necesitamos, aunque a veces no queramos escucharlo. La clave está en darnos el permiso de escuchar nuestra propia voz, hoy me doy el permiso de escuchar mis necesidades interiores y disipar mis miedos.
Energías que influyen en nuestro interior
He aprendido a identificar los momentos en los que mi mente me pide reflexión. También he notado que algunas veces las energías de las personas con las que me relaciono afectan mi bienestar. He estado en lugares o con personas que me hacen sentir incómoda, baja de energía, incluso invisible, como si escondiera mi esencia. A veces, estas interacciones me han hecho sentir pequeña, frustrada, como si algo dentro de mí se apagara.
En estos momentos, es crucial hacer un trabajo interior. Me he acostumbrado a escribir lo que vivo en esos instantes: ¿Por qué me sentí así? ¿Qué detonó esa sensación? Al principio, pensé que la solución era simplemente alejarme de esas personas o situaciones. Sin embargo, con el tiempo, he aprendido que también es necesario observar por qué mi brillo se apaga. ¿Qué es lo que me hace sentir insegura?
Tres momentos clave para mirar hacia adentro
He identificado tres momentos clave en los que necesito mirar dentro de mí:
1. Cuando no sé cómo resolver algo: En estos casos, busco ayuda en libros, mentores o cualquier fuente de sabiduría que me pueda orientar
2. Cuando algo externo me desequilibra: Aquí es cuando reconozco que una persona, un lugar o una situación está afectando mi energía. En lugar de huir, me pregunto qué parte de mí está siendo tocada, qué inseguridad o temor está surgiendo.
3. Cuando mi voz interior me habla (Intuición): me he despertado a mitad de la noche, pensando en algo y haciéndome una pregunta, sobre todo cuando me acuesto pensando en algo importante. Así que me siento en la cama y me escucho, hoy puedo oír con más claridad esos mensajes, pero; cuando no los entendía los pasaba por alto. Ya sé que cuando un pensamiento me asalta de la nada, es necesario detenerme a mirar que trae consigo. Y en la medida que me detengo a escucharlo siento más susurros que van apareciendo y me dicen: y si haces esto, si dejas de hacer esto otro y recuerda que debes mejorar esto. Eres tú la que debe mejorar, eso no está en tu control no te afectes por eso. La práctica diaria de introspección ha mejorado mi escucha interior, a hoy puedo mirarme con más amor y celebro cuando puedo detectar que es tiempo de dejar algo y avanzar a otro proceso.
Con este artículo quiero invitarte a que te des el permiso de escucharte, decirte que eres tú opción principal. Tus emociones son necesarias para mejorarte, no huyas de lo hermoso que vas descubriendo en ti, romantiza tu proceso de vida, porque tus logros y esfuerzos diarios son valiosos, no los minimices por favor.
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